Es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a la piel. El origen es multifactorial siendo el hereditario es más importante. Principalmente afecta a la edad pediátrica. El 15% de los niños tienen problemas de piel atópica y en el 70% de los casos desaparece en la pubertad.
Se caracteriza por un picor intenso de la piel, que tiende a la sobreinfección y además son pieles muy sensibles y secas. Consta con fases de brotes y remisiones. En la fase de brote se produce un eccema que provoca picor, vesículas que forman una costra y descamación.
La causa es un defecto en la barrera cutánea, la cual está desestructurada. Este defecto hace la piel atópica más vulnerable a las agresiones externas como cambios climáticos, alérgenos, productos químicos, entre otros. Por ello se recomienda usar productos que creen una barrera multiprotectora.
A continuación os dejamos unos consejos para la piel atópica:
Cuidados de mantenimiento:
- El calor aumenta el picor, por lo que es recomendable controlar la temperatura ambiental de las casas.
- La temperatura del agua del baño debe ser inferior a los 33ºC e inferior a los 10 minutos de tiempo.
- Mantener las uñas cortas y limpias para evitar que durante el rascado se produzcan lesiones e infecciones.
- La ropa debe ser de algodón o lino. La lana y los tejidos sintéticos son muy irritantes para la piel.
Cuidados específicos:
- Se deben elegir geles para el baño que no resequen la piel, preferiblemente que sean sobregrasos y con un pH fisiológico.
- Después del baño, con la piel aún húmeda, aplicar una crema emoliente específica. Su uso diario es una ayuda a espaciar los brotes. Los componentes antipicor de estas cremas refrescan la piel y le dan elasticidad, eliminado las molestias.
- En muchos casos sufren picor en el cuero cabelludo. Los champús específicos para pieles atópicas mejoran este síntoma.
- Los brotes de dermatitis activa necesitan un tratamiento antiinflamatorio adecuado.
Sigue nuestros consejos y cuida la piel atópica.